Aguilera consigue el respaldo de la Eurocámara a la flota voracera del Golfo de Cádiz

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La comisión de Pesca de la Eurocámara ha apoyado la propuesta de Aguilera para retrasar la obligación de desembarque del besugo hasta que se presenten los estudios del Instituto Español de Oceanografia, que certifican la alta supervivencia de la especie.

A iniciativa de la eurodiputada socialista Clara Aguilera, la comisión de Pesca de la Eurocámara se ha sumado esta tarde a la petición de una prórroga a la entrada en vigor del acto delegado que introduce la obligación de desembarque del besugo. Tras confirmarse la decisión, Aguilera ha manifestado su satisfacción por el respaldo a su propuesta de moratoria en apoyo al sector voracero del Estrecho de Gibraltar.

Se trata de extender la moratoria en la entrada en vigor del Reglamento Delegado relativo a la obligación de desembarque del besugo menor de 33 cm, medida que se aplica también a la flota voracera del Golfo de Cádiz, al menos hasta inicios de 2018. El objetivo, ha añadido, es que se tenga en cuenta los últimos estudios científicos del Instituto Español de Oceanografia (IEO)del que certifican la alta supervivencia de la especie en la aplicación del reglamento, evitando así al fuerte impacto socioeconómico que podría tener sobre la flota la obligación de desembarco.

Esta iniciativa se suma a la batería de medidas y ronda de contactos que Aguilera está realizando en favor a la flota del Golfo de Cádiz, entre otras, la pregunta parlamentaria del pasado mes de mayo en la que la eurodiputada pedía a la Comisión el apoyo a la prórroga alegando que «la de obligación de desembarque, pone en peligro la viabilidad del sector» A este respecto, exige medidas para que el peso de la recuperación del caladero no recaiga solamente en la flota comunitaria ya que «el caladero, sin embargo, se comparte con otras flotas que no están sujetas a la estricta normativa comunitaria».

«Es necesaria una recuperación del stock y la puesta en marcha de medidas para restablecer la salud del caladero. Sin embargo, el esfuerzo no puede recaer solamente en una parte del sector. La flota comunitaria que faena en estas aguas es altamente dependiente de estas capturas y el impacto socioeconómico pone en peligro comunidades pesqueras que viven exclusivamente del besugo y del atún», ha concluido Aguilera.